Hoy se tiene la concepción extendida de que la historia está dividida en cuatro grandes edades, concebidas clarísimamente y sin ninguna variación. Sin embargo, entre historiadores esta periodización está ampliamente discutida. Los motivos son muchos, pero el principal es que no se puede entender a la historia como un progreso lineal con hitos de igual aplicación en todo el mundo.
A pesar de eso, la periodización de la historia sigue siendo concebida como una herramienta útil desde el punto de vista didáctico, para poder comprender cómo ha cambiado el mundo en diferentes perspectivas y cuáles han sido los cambios más destacados.
Antes: la prehistoria
La primera discusión que surge a raíz de la periodización de la historia universal viene antes, en la prehistoria. Se ha definido tradicionalmente como el fin de la prehistoria el momento en que surge la escritura en Mesopotamia y las regiones cercanas. Pero hasta bien entrado el siglo XX y aún en algunas tribus aisladas existen culturas ágrafas. Entonces, ¿por no haber tenido una revolución neolítica y por no haber escrito nunca, están anclados en la prehistoria?
América como problema
Todos los hitos de cambio de etapa se produjeron en Europa o están protagonizados por europeos. La caída del Imperio Romano de Occidente, el fin del Imperio Bizantino, la Revolución Francesa o incluso, el descubrimiento de América por parte de los europeos. América estuvo hasta 1492 sin contacto con los europeos y desarrolló toda una vida independiente, por lo que no se vio afectada en algún caso por la periodización previa.
Los desarrollos de escritura en América, como se entendieron en Europa, no existieron, habiendo apenas instrumentos para cuentas e instrucciones como el quipu en el Imperio incaico. Entonces asumir que en toda América se vivía en la prehistoria es una temeridad, pero al mismo tiempo es complicado hacer una nueva clasificación al no disponer de registro histórico sobre los eventos previos a la llegada de Colón.
La contemporaneidad
Según el consenso de historiadores, a raíz de la Revolución francesa se puso fin a la Edad Moderna y comenzó la Edad Contemporánea, porque habría sido el primer fin estruendoso del absolutismo y el nacimiento de los gobiernos republicanos. A pesar de eso, aún hoy hay muchos autores que sostienen que no se ha entrado en tal contemporaneidad y que seguimos viviendo en una Edad Moderna avanzada.