Estudiar historia puede parecerles a los estudiantes algo poco interesante o tedioso. Sin embargo, muchas veces es por la manera en que se enseña o enfoca esta materia. Solo es necesario empezar a verla diferente y a pensar que esta asignatura deja un gran aprendizaje para toda nuestra vida.
Crear expectativas
Es posible explicar historia contando las consecuencias de un hecho, pues esto crea la expectativa por saber qué fue lo que ocasionó el suceso. También explica la trascendencia que tuvo y las acciones humanas que fueron más influyentes. De esta manera, se logrará tener la atención de los estudiantes.
Método de preguntas
Al preguntar, el docente se asegura de tener en todo momento la atención de los alumnos. Además, logrará estimular que empiecen a cuestionar algunos sucesos y se involucren de forma activa con lo que se plantea, lo que permite desarrollar un pensamiento crítico.
Enseñar a través de elementos visuales
Es ideal mostrar imágenes o secuencias de fotos que narren lo sucedido. Incluso, mediante la proyección de películas se puede enseñar sobre el contexto social y cultural de las épocas de las que se quiere enseñar al estudiante. Esa es una de las mejores formas para que todos puedan comprender lo que se plantea.